viernes, 26 de diciembre de 2014

El escorpión de agua


El mundo subacuático de nuestros ríos y charcas es un entorno prácticamente desconocido para la mayoría de nosotros. En él se dan cita a diario gran cantidad de extraños seres de los que poco o casi nada se sabe. Tal es el caso de nuestro protagonista de hoy, comúnmente conocido como escorpión de agua.

De entrada su nombre asusta, pero verdaderamente no es un escorpión, pues no posee aguijón en su cola y ni siquiera está emparentado con la familia del mismo (los arácnidos), pero el apodo se lo tiene bien ganado por su aspecto: su semejanza estructural, su cola y sus patas delanteras modificadas en forma de tenazas han provocado que este bichito haya sido bautizado con el nombre de otro mucho más temible.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Un rayo... que no cesa



Parece que este año verano y otoño no terminan de ponerse de acuerdo, pasando del calor extremo a fríos aguaceros sin solución de continuidad.

Estos cambios traen consigo que masas de aire con distinta temperatura terminen cruzándose, algo propio de las estaciones de cambio como son el otoño y la primavera, provocando la tormenta, fenómeno eléctrico que nos hace ver lo insignificantes que podemos ser y que siempre me atrapa visualmente.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Canis lupus familiaris: el perro


Más de quince mil años hace que un animal se unió al hombre de por vida, un lobo que descubrió que vivir junto al hombre podía ser fácil y rentable. Probablemente fue él mismo el que tomó la decisión de someterse para siempre, convirtiéndose así en el primer animal en ser domesticado: el perro.

Aquel inicio empezó a fraguar lo que uno y otro ha llegado a ser hoy en día. Parte de lo que somos se debe a aquel pacto, que permitió a ambos evolucionar y vivir mejor. Pero, ¿qué fue lo que hizo que especies tan distintas como el hombre y el lobo aunasen sus fuerzas?

domingo, 3 de agosto de 2014

El alacrán


Cuando miramos al cielo la mayoría sólo alcanzamos a ver un cúmulo de estrellas desperdigadas sin ton ni son, sólo unos cuantos ilustrados son capaces de distinguir constelaciones, estrellas y otros objetos celestes, otros mucho solo somos capaces de encontrar la famosa osa mayor, menor (el carro) y la estrella Polar. Poco es el tiempo que dedicamos a mirar hacia arriba, pero las civilizaciones antiguas ya lo hicieron por nosotros, ya que la observación astronómica permitía medir el paso del tiempo y el comienzo de las estaciones.

Para hacerlo sólo tenían que apreciar como cambian las estrellas a lo largo del año y como transitan los planetas del sistema solar entre ellas, los cuales, debido a que todos giran en un mismo plano alrededor del Sol, siempre pasaban entre los mismos grupos de estrellas. De esta forma, imaginariamente agruparon dichas estrellas en constelaciones y surgió el Zodíaco.

domingo, 13 de julio de 2014

La esfinge de la calavera


Entre la extensa lista de monstruos de la mitología griega, hay un hueco reservado para una criatura denominada Esfinge. Esta bestia era un ser con cuerpo de león, alas y torso humano, que asaltaba a los habitantes de la ciudad griega de Tebas abordándolos con un acertijo, de tal forma que eran devorados si no lo resolvían. Sólo Edipo, aquel que se enamoró de su madre (el complejo de Edipo), logró resolver la famosa adivinanza: ¿Qué animal camina con cuatro pies por la mañana, en dos a mediodía y en tres por la tarde? A lo que respondió que el hombre, en su infancia con cuatro al gatear, luego de adulto con dos y con tres en la vejez con el bastón. Venciendo así a la Esfinge.

sábado, 17 de mayo de 2014

Las dos Vanessas


A veces el mundo de la leyenda se mezcla con la historia real de la forma menos esperada. Ese es el caso de dos comunes mariposas que transitan por nuestra región, que, sin pretenderlo, se vieron vinculadas con relatos y sucesos asociados al entorno del hombre:

Atalanta era una bella y feminista guerrera de la mitología griega que tenía aversión a los hombres, incluso se burlaba de sus pretendientes sometiéndolos a una peculiar prueba, en la que aquél que lograra vencerla en una carrera se convertiría en su esposo, en caso contrario, el desdichado joven moría atravesado por una lanza.