domingo, 3 de agosto de 2014

El alacrán


Cuando miramos al cielo la mayoría sólo alcanzamos a ver un cúmulo de estrellas desperdigadas sin ton ni son, sólo unos cuantos ilustrados son capaces de distinguir constelaciones, estrellas y otros objetos celestes, otros mucho solo somos capaces de encontrar la famosa osa mayor, menor (el carro) y la estrella Polar. Poco es el tiempo que dedicamos a mirar hacia arriba, pero las civilizaciones antiguas ya lo hicieron por nosotros, ya que la observación astronómica permitía medir el paso del tiempo y el comienzo de las estaciones.

Para hacerlo sólo tenían que apreciar como cambian las estrellas a lo largo del año y como transitan los planetas del sistema solar entre ellas, los cuales, debido a que todos giran en un mismo plano alrededor del Sol, siempre pasaban entre los mismos grupos de estrellas. De esta forma, imaginariamente agruparon dichas estrellas en constelaciones y surgió el Zodíaco.