Entre la extensa lista de monstruos de la mitología griega, hay un hueco reservado para una criatura denominada Esfinge. Esta bestia era un ser con cuerpo de león, alas y torso humano, que asaltaba a los habitantes de la ciudad griega de Tebas abordándolos con un acertijo, de tal forma que eran devorados si no lo resolvían. Sólo Edipo, aquel que se enamoró de su madre (el complejo de Edipo), logró resolver la famosa adivinanza: ¿Qué animal camina con cuatro pies por la mañana, en dos a mediodía y en tres por la tarde? A lo que respondió que el hombre, en su infancia con cuatro al gatear, luego de adulto con dos y con tres en la vejez con el bastón. Venciendo así a la Esfinge.