sábado, 25 de agosto de 2012

"Gladiator", el solífugo hambriento


La pasada semana capturé a una bestia en miniatura, un animal feo donde los haya, quizás el menos agraciado que haya visto nunca.

Se trata de un solífugo, cuyo nombre significa “que huye del sol”, en un arácnido de ocho patas, de hecho se le llama también araña camello, pero no es una araña.

El minúsculo solífugo o araña camello que he capturado

Insisto en que es una bestia nocturna porque es un tipo agresivo donde los haya, temible en la micropradera pues puede comerse a todo aquel pequeño animal con el que se encuentre.

Así que, cual científico loco del estilo del Dr. Frankenstein, me he propuesto criar y engordar a esta criatura de la noche, antes de volverla a soltar en el campo. Ahora es sólo un bebé monstruo de 5 mm, que crecerá hasta los 3 ó 4 cm, incrementando al tiempo la visibilidad de su horripilante aspecto.

Por el momento, sus actuaciones en el miniterrario no han defraudado. Ya que ha acabado con hormigas rubias, moscas, pequeños escarabajillos, una araña y lepismas 3 o 4 veces más grandes que él (un pequeño animal que suele habitar en casa, conocido también como pececillo de plata).

Aunque, en mi exceso de celo en este macabro espectáculo de lucha alimenticia, y ante la falta de otros pequeños animales visibles que está provocando la ola de calor de días atrás, eché a la arena del particular circo de gladiadores en que se ha convertido el tarro de cristal, un grupo de 6 o 7 hormigas argentinas para satisfacer su frenético apetito. “Gladiador”, salió triunfante de nuevo, aunque no ileso del todo, pues ha perdido una pata en uno de los envites.

Espero que el experimento no se me desmadre y termine en desastre cual película de terror. En cualquier, caso haré el correspondiente artículo, con un enfoque no sé si menos... novelero.


Nota: aquí tenéis el artículo con más información un año más tarde

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"Gladiator", el solifugo hambriento por Kamereon se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported. Basada en una obra en www.almabiologica.com.

miércoles, 8 de agosto de 2012

La hormiga león


Rubio, Tuco y Sentencia, son los protagonistas de la película más representativa del género cinematográfico de los años 60 y 70 denominado spaghetti westerns. Personajes quizás más conocidos por los nombres que a su vez daban título al magnífico film: El bueno, el feo y el malo.

A pesar de los casi 50 años que hace ya del rodaje de la película, no puedo dejar de verla cada vez que la reponen en televisión, quedando entusiasmado con la genial interpretación de cada uno de sus protagonistas: un bueno no tan bueno, un feo que el actor Eli Wallach borda en su interpretación y un malo no más depravado que los otros dos. De igual forma, no puedo evitar que me vengan a la cabeza estas tres facetas interpretativas encarnadas en un mismo animal, rememorando a alguno de los personajes cada vez que me topo con dicho insecto en mis excursiones campestres.

domingo, 5 de agosto de 2012

Culebras de tierra y agua

Animado al recordar mi último artículo sobre las serpientes, hoy ha tocado excursión en busca de culebras de agua.

En otras ocasiones las he hallado con cierta facilidad en los arroyos, aunque esta vez, el exceso de temperatura y la sequedad del cauce en la mayoría de los tramos no parecía los más adecuado para hallarlas.

Una antigua foto de mi objetivo de hoy

De hecho en algunas charcas se agolpaban los animales forjando extrañas “amistades” temporales en el aquel diminuto espacio.
Rana y cangrejo de río haciéndose un hueco en la charca

Únicamente los asustadizos galápagos parecían disfrutar de la situación, agolpándose en la orilla sin dar tregua a una foto cercana.

Estos galápagos tendrían unos 25 cm de largo

Como ha sido imposible encontrar a una serpiente de agua, las he buscado por tierra, y al menos he localizado tres mudas, alguna de considerable tamaño, es posible que de una culebra bastarda.
Un trozo de piel de serpiente

No son las más grandes que he visto, ni mucho menos, pero el lugar era más que propicio para un futuro encuentro. Lo dejaré pendiente entre mis objetivos.

Esto son dos metros de piel de culebra

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Culebras de tierra y agua por Kamereon se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported. Basada en una obra en www.almabiologica.com.

jueves, 2 de agosto de 2012

Serpientes en el Edén

Génesis 3,1 «La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho Yavé Dios. Fue y dijo a la mujer: ¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?»

Tras una breve conversación con Eva, la serpiente terminó esgrimiendo algún que otro argumento convincente que incitó a comer la fruta prohibida: Génesis 3,5 «Lo que pasa es que Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal.»

Y la supuesta manzana fue probada, aunque a decir verdad en la Biblia no se menciona en ningún momento que esa fuese la deseada fruta. A partir de ahí, como decía un humorista nazareno, hay que ver la que se ha liado por un vulgar pero. Aunque no fuimos los únicos damnificados por el incidente gastronómico, la serpiente también se llevó su particular rapapolvo: